A menudo se utiliza “Manhattan” como sinónimo de Nueva York. Es una sinécdoque un poco injusta, porque la ciudad consta de otros cuatro distritos, mucho más grandes y más poblados que la famosa isla: Queens, The Bronx, Brooklyn y Staten Island. Pero es que Manhattan... es mucho Manhattan. Woody Allen dice al principio de su famosa película que “adoraba Nueva York”, y que la idolatraba “desmesuradamente”. Sí, Nueva York en conjunto. Pero no llamó a su película Brooklyn o Queens, ¿no?
Aunque ciertas partes de estas zonas estén cada vez más de moda, Manhattan sigue siendo el centro económico, comercial y cultural, la Nueva York más idealizada que buscan los recién llegados, la urbe de celuloide, la de los rascacielos, la de los alquileres más vergonzosos. La más bonita, en la manera extraña en la que esta ciudad, con su suciedad y su caos, puede llegar a serlo.
(En la imagen, el Midtown de Manhattan visto desde el Rockefeller Center en los años treinta)